No hablar de uno mismo, o hablar como se hace aquí, sin decir nada. Desechar para siempre esa bruma mendaz con la que tiñes lo que no es sino alardeo, que es lo que haces, alardear, en cuanto alguien se deja, y además con una impostura que, sinceramente, hace vomitar. No necesitar ya nunca tirar de esas misérrimas victorias para justificar tus solícitas búsquedas sin encontrar nada. Matar de una vez al pavo real. Y seguir buscando. Eso basta... eso debería bastar.
viernes, 8 de enero de 2021
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