viernes, 5 de diciembre de 2008

intelectualismo floral

El viaje hacia dentro -el viaje a ninguna parte- no conviene alargarlo mucho. Está bien llegar hasta los límites del concepto, pero seguir más allá con el absurdo "conócete a ti mismo" es la más estúpida de las condenas.
Yo sería un físico que no hubiera dividido jamás el átomo, aún pudiendo. Una vez descubierto que Dios sí juega a los dados es absurdo intentar establecer la probabilidad de su próxima jugada. Es más honesto admitir la incertidumbre y crear, aunque creemos con la certeza de que quizás los castillos que alzamos sean castillos de mierda.

No hay comentarios: