En las fronteras de la desidia, casi sin aliento para seguir escribiendo la crónica continuada y esporádica de un tal Jordi Lobo, escritor que nació elogiando los discursos del fracaso y la derrota.
El ingenuo creyó que esa era la manera de convertirlos en casi victorias, gozosas para la estirpe de los que alguna vez creyeron oír un sinfín de verdades y alguna que otra mentira. ¿Lo son? ¿No? ¿De ahí la desidia? Qué más da, la batalla sigue, debe seguir, porque quiero, y sea esto un grito de ánimo: ánimo, creador, la nada te teme, y sólo la nada te teme en el desierto de silencio que te rodea.
domingo, 24 de febrero de 2013
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