domingo, 2 de junio de 2019
antropología al borde del acantilado con ingenuos toques de esperanza
Hacia arriba servidumbre y retahíla de síes; hacia abajo, fuerza, dominación y un sinfín de noes categóricos, inflexibles. Y en el plano medio, el ombligo es el centro de un universo que provee de relatos mistificadores con los que sortear el propio juicio. Y quizás así se describa la podredumbre que nadie sabe cuándo llegó ni cómo ni quién la trajo, pero hace tiempo que el olor impide ignorarla. Eso sí, a veces se siguen principios a los finales, y puede que vosotros, jóvenes, nos lancéis al estercolero y acabéis con esta humillación de ver el desastre, puede que vosotros seáis capaces de decir "no" o "sí" indistintamente hacia arriba y hacia abajo, siempre que toque, y puede que a vosotros os sonroje miraros el ombligo para maquillar los actos, pues el perdón es posible... también para uno mismo.
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