Cada vez estamos más lejos, unos de otros. Ha sido tanta la vehemencia y tan profundas y antagónicas las certezas, tan verdaderas todas, que no hay manera de parar la inercia. Es cierto que, si buscas bien, todavía se puede encontrar a un mísero moderado por ahí, a uno de esos que prefiere no mojarse. Un blandito, vaya. Ese equidistante es un fanático que simula su odio. Ese apestoso, que no quiere estar conmigo, está contra mí, claramente. Y me odia, y es mi enemigo, y lo odio, y al enemigo se le desprecia, y con el enemigo no se debate, y miles y miles de estupideces más que son la fuerza de ese empuje que nos lleva cada vez más lejos unos de otros y, por lo mismo, la meta del capullismo integral está cada vez más cerca, y hay millones de metas para capullos integrales, para todos nosotros, que vamos con ansia, sin aliento, a toda prisa, tras ellas.
sábado, 25 de noviembre de 2023
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