Nunca se sabe el precio que habrá que pagar. Nunca se sabe el precio que habrá que pagar por todo lo que sucede, pero, sobre todo, no se sabe qué precio vas a pagar tú, en tanto que eso que sucede, te sucede a ti. Eres isla, pero también eres archipiélago.
Hay un horizonte de escenarios posibles que limita cualquier construcción de escenario futuro, hay una tiránica supremacía de lo colectivo, hay un sometimiento insoslayable y total a ser hijo de tu tiempo. Y no hay un margen que reste a salvo, todo está ocupado. Incluso Fuga está ocupada. Y todas las ermitas.
Lo que sucede nos sucede a todos y nos sucede a cada uno de nosotros, pero hay que ser paciente para ver cómo nos sucede y cómo me sucede, hay que ser paciente para ver qué va a hacer contigo, qué va a hacer conmigo.
domingo, 19 de noviembre de 2017
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