Parece que, finalmente, alguien ha oído el zumbido del despertador que llevaba años sonando. Alguien ha reaccionada a la indignación y ha dicho "basta" y alguien se frota las manos notando que ese "basta" sólo es un cauce de pseudo rabia pronto a desecarse.
El escaparate muestra ahora una rebelión pacífica que pronto será acechada por el hastío. Los medios ya han dejado de apuntar sus objetivos hacia las plazas, es el primer síntoma. Luego se irán las clases medias, como efecto de no verse protagonista en las noticias de su realidad cotidiana y, finalmente, estas mismas clases comenzarán a despotricar del lamentable estado de las céntricas plazas. Entonces llegará la policía, los medios volverán y a los dos días todo seguirá igual que antes del 15 de marzo.
Digo esto porque he estado en la plaza muchas horas y he visto y oído miles de plegarias bienintencionadas, debates encendidos, ambiente lúdico y festivo. Pero... ¿Cuántos de nosotros volveremos cuando la fiesta finalice y comience la batalla? Es posible que estemos indignados; falta saber en cuántos de nosotros ese estado de indignado lo ha colocado en un punto de no retorno, en un punto de firme voluntad de no querer que todo siga igual, de no permitir que todo siga igual. Por mi parte, estoy indignado conmigo mismo porque no quiero que todo siga igual, pero sé que no tengo la valentía necesaria para impedir que eso pase.
martes, 24 de mayo de 2011
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2 comentarios:
Estoy en una tesitura parecida a la tuya, no se como acabará todo esto pero creo que esa resistencia que a veces hemos comentado a un nivel filosófico ahora empieza a manifestarse de forma pacífica hacia objetivos insospechados, el límite de cada uno lo imponen determinados aspectos, personales y colectivos, pero no hay ni un solo cobarde entre todos los que pisan las plazas en forma de caminantes, ocasionales o perpetuos, que dan su apoyo a este sueño, ni uno solo...
El entramado del Sistema hace casi imposible la merecida Victoria, no nos engañemos, pero a la vez nos muestra el verdadero poder de lo humano cuando las cosas se pretenden hacer bien.
Puede que consigan dejar la revuelta en coma, pero será de pronóstico sublevado.-
fuerza, fuerza ad honorem y que les den a los continuadores ad infinitum
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