No creo en las dicotomías. Sin embargo dos, y sólo dos, son las opciones que nos ofrece la vida: o cautivo o fugitivo. O se vive bajo el miedo, o se vive en fuga. Las amenazas se han multiplicado, nos dicen, y quien nos lo dice, nos decimos, forma parte de ellas. Crisis, falsedades, delincuencias, ignorancias, terrorismos, enfermedades, inspectores, hipocresías, deslealtades, traiciones... Son tan reales, y son tan reales los eslabones que forman, y la jaula que forman a tu alrededor que sólo puedes ponerte en fuga o ver la fuga alejarse para siempre.
Y un día, cuando mueras, sólo la risa que mostrará tu rostro, o su ausencia, indicará a los que quieran ver que allí yace un esclavo o que allí yace todo lo contrario.
martes, 3 de febrero de 2015
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2 comentarios:
Un hombre libre en fuga permanente hacia esa nada que puede que algún día sea algo. ¡Espero!
Es posible, Sr. Krust, que ese algo que sea la nada que ofrece la fuga lo forme el anhelo y la renuncia constante a un reino acondicionado al albur de las propias miserias.
Un saludo, desconocido y próximo Sr. Krust
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