Sólo hay que recordar, primero, que la verdad tiende a ocultarse y, segundo, que el ser humano no sabe detenerse ante ese hecho incontestable y sigue verdad donde la emoción lo mueva. Mataría -morir ha pasado de moda- por eso que sus voceros, y sus intereses y sus odios, le dicen que es verdad. Y si predominaran los intereses, bueno, el ser humano es codicioso, pero lo que hay es mucho odio, que siempre se manifiesta con sentencias.
Así que vigilen con esos que cuando hablan van ligando sentencia tras sentencia, porque es verdad que su odio se expande ante cualquier disonancia y se va a ver usted, si olvida lo primero que se ha dicho, y lo segundo, escupiendo sangre y mierda a borbotones... por minucias.
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