Mantener la sonrisa ante las múltiples catástrofes que se anuncian, algunas clásicas, otras más novedosas, y saber que seguirán anunciándose más. La sumisión por el miedo es la clásica baza de los que mandan, sean quiénes sean, pero ahora cuentan con la ayuda de todos nosotros, voceros desesperados de un final que ya llega ante el cual sólo queda culpar a otros y gemir. Gemir muy alto, culpar muy alto, encontrarse con afines y formar parte de un coro uniforme y numeroso. Es el volumen lo que va a marcar la diferencia. Y hay que mantener la sonrisa cuando te insulten por no unirte, cuando te griten "ingenuo", "egoísta" o "insolidario". Hay que mantener la sonrisa porque, al fin y al cabo, el mundo es el mundo y nosotros nada, una nada que, sin embargo, envejece y cada año celebra la llegada de un año nuevo. Como hoy.
domingo, 31 de diciembre de 2023
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2 comentarios:
Nada envejece peor que la falsa sonrisa del mundo ante tanta atrocidad, dicen que estamos en el año 23 del siglo 21… pero seguimos evolucionando mal.
Buena entrada al 24, Sr. Lobo.
Evolución con orejeras, y en el margen, propósito de envejecer mejor.
Buen año, Sr. Krust
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