viernes, 23 de mayo de 2008

autodesenmascararamiento

La cuestión es qué nos mueve a escribir, si la economía y la vanidad se han esfumado. Perdonen que insista, pero la locura sigue estable y sí, escribo porque quiero, pero ¿qué me mueve a querer escribir?
No es necesidad, ya dije que no soy un enfermo. La creación ex-nihilo... bah, el baile del bla, bla, bla.
La rebelión contra la nada... otro, bla, bla, bla.
Sí, esos bla, bla, bla han sido algunas de mis respuestas. Pero ahora no me sirven, me han mostrado su función de mascarada en la evolución, STOPs al pensamiento.
Sigamos, pues, aunque otro día. Ahora me dejo ir, Long Way Home... Tom Waits.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

" y preguntarme por qué no escribo inevitablemente desemboca en otra inquisición mucho más azorante: ¿por qué escribí? Al fin y al cabo, lo normal es leer. Mis respuestas favoritas son dos. Una, que mi poesía consistió -sin yo saberlo- en una tentativa de inventarme una identidad; inventada ya, y asumida, no me ocurre más aquello de apostarme entero en cada poema que me ponía a escribir, que era lo que me apasionaba. Otra, que todo fué una aquivocación: yo creía que queria ser poeta, pero en el fondo queria ser poema."

Jaime Gil de Biedma.
Las personas del verbo

Anónimo dijo...

salud jordi!!!