martes, 23 de febrero de 2016

la triste necesidad de no poderse sorprender

La literatura está lejos ahora, aunque puede que siempre lo haya estado. Está, eso se sabe, pero a veces ha estado mucho menos lejos que ahora. Sería mucho más fácil si mis personajes me exigieran que siguiera con ellos, que tuvieran ansia por saber de sus vidas y me empujaran enfermizamente al arte de la creación. Sería mucho más fácil, sí, pero yo sería otro esclavo de la necesidad, uno más.
Mi novela está ahora más lejos que otras veces, sí, pero también se escribe, y eso quien escribe lo sabe, cuando no se escribe.