domingo, 26 de enero de 2020

la irresolución por la no resolución

La política de bajo calado, la que hacen los políticos de corta mirada, dirime su impotencia al amparo de togados juzgadores, que dependientes del soberano, forman partido en defensa, siempre, de la soberanía. No puede ser, por definición, de otra manera. Por eso resolver lo que Ortega llamaba “el irresoluble problema catalán” es tan complejo, porque el cortomiradismo no sabe qué hacer cuando cada vez son más los que renuncian a la “conllevancia”, mientras que la justicia lo tiene muy claro.