jueves, 1 de octubre de 2020

la noche sin parafernalia tras otro día logrado

En la plaza la muchedumbre urde su plan, y en los despachos, otras muchedumbres, el suyo. Se necesitan pancartas -gritan unos y otros- lemas, proclamas que hinchen pectorales. Hay que mantener vivos los corazones, piensan todos, porque la noche está al caer, y con ella, otra vez la realidad, y otra vez el deseo de libertad, ese que durante el día parece satisfacerse en todos los gritos y que, a oscuras, asume que todo no era más que farsa, la misma farsa de siempre.