miércoles, 23 de abril de 2014

las barcelonas de Barcelona

Hay una Barcelona que acoge a múltiples Barcelonas, y pretender describir el espíritu de esa Barcelona es imposible, y más para alguien que como yo no sabe perforar con las palabras. Los que habéis nacido y crecido aquí, los que vivís aquí desde siempre, sabéis a qué me refiero. 
Es su poso, el poso de Barcelona, que guarda polvo de guerras y bombardeos, polvo de fracasos, de Aes anarquistas quebradas, de gitanos, charnegos, emigrantes que vinimos y nos quedamos a vivir, como si fuera nuestra casa, de alguna que otra victoria, de todos los que pasaron por aquí, de todos los que vivieron y murieron aquí... todo eso está en esa Barcelona acogedora de múltiples Barcelonas, y todo eso está en nosotros, los barceloneses, que nos gusta esta Barcelona a la que se tacha de "escaparate" y las otras Barcelonas, que también las hay. 
Hoy, por cierto, regalaré una rosa y me regalarán un libro. Feliç Diada¡¡¡ 

sábado, 19 de abril de 2014

manual para construirse un cielo

Todo parece precipitarse; el crascitar de cuervos es ahora ensordecedor, aunque no acalla el tic-tac que suena bajo nuestros pies. Sí, es el tiempo, que pasa. Pero también es el temporizador analógico de una bomba de relojería, que descuenta segundo a segundo hasta llegar al cero y el gran estallido.
¿Pero acaso no ha sido así siempre? Siempre vivir ha consistido, antes que nada, en seguir viviendo. A veces con más ruido, a veces con menos, pero siempre con ruido que muestra el camino para ponerle un punto y final a todo, y mientras tanto tú ahí en medio, aconteciendo, y nadie te devolverá esos días cuando todo haya pasado. Pasas mientras todo pasa. Y por eso la música, y por eso los libros, y por eso el amor.

jueves, 3 de abril de 2014

teoría (gallinácea) del conocimiento

Se disipa el cercado que separa la verdad de la mentira o, mejor, no sabemos cuándo, pero hace tiempo que se disipó. Las cosas son las que son (la verdad es la que es), pero ¿las cosas son lo que nos cuentan que son (la verdad es la que nos dicen que es (y, en ese caso, ¿quiénes?, ¿cuándo?)?
Nos engañan, eso deberíamos recordarlo siempre, y nos engañan todos los pájaros con todos los pelajes. Nos engañamos, eso tampoco lo deberíamos olvidar nunca, incluso cuando nos hemos jurado ser sinceros con nosotros mismos.
Es decir, la verdad es lo contrario de lo que me dicen y lo contrario de lo que me digo...
Bueno, está claro que no es así. Quizá me aproximo más si admito que la verdad no es ni una cosa ni la otra, sino otra cosa. Admitido.