jueves, 31 de octubre de 2013

principio de intransferencia de la literatura (o de eso que escribimos)

La palabra que todavía no tiene un lenguaje por el que expresarse, acaso sea esa la que uno busca a veces con más ahínco a veces con menos. La palabra que plasme de un guantazo el runruneo que uno siente dentro desde siempre. ¿Un sentido?
Un sentido. ¿Descubrirlo? ¿Moldearlo? ¿Construirlo? ¿Inventarlo? Una palabra, una frase, un párrafo: un relato. Hablamos de un relato, hablamos de literatura, personal, intransferible -es un acto comunicativo, sí, quizás interesante, puede que ameno, pero sólo es interpretable, y a veces ni eso, para el que lo narra.
Cantamos nuestra canción a quien con nosotros va, pero con uno sólo va él.

martes, 15 de octubre de 2013

confesión clara con un oscuro y sobrevenido desenlace

Escribir complejo porque no se sabe escribir fácil, eso merece la absolución. Escribir complejo porque utilizamos este arte para simular enjundia, profundidad, calado, eso merece el desprecio. Yo me absolví durante mucho tiempo con la excusa de la búsqueda de una forma, un estilo, una manera de decir única e intransferible. En realidad disfrazaba mis frases como si fueran a camuflarse en una falsa jungla con unos falsos habitantes, y hoy quiero dejar de hacerlo, y escribir, por ejemplo, que la voluntad es más fuerte que la naturaleza, y que una excusa sólo demuestra cuan lejos estamos de saberlo (si esto es complejo, lo es por incompetencia, lo juro).
Es decir, dejad de compadeceros, o haced lo que os dé la gana, si os gusta miraros sollozando ante el espejo. A mí no.  

sábado, 5 de octubre de 2013

dejándome al cuidado de azucenas olvidadas

El suspiro, el anhelo de efímeros estados de lucidez para mejor ver, o, mejor, más correcto, para ver otras cosas, o la misma cosa desde otro lado, pero lucidez, lucidez, lucidez. Aunque... ¿cómo seguir, entonces, compartiendo y alimentando la unánime estupidez de esta sociedad, cómo seguir vistiendo la dosis obligada de hipocresía, cómo hacerlo cuando hemos visto sin su velo, aunque efímeramente, eso en lo que nos hemos convertido y que no se parece en nada a eso que alguna vez soñamos que seríamos, seres imperfectos y conocedores de su imperfección, seres en camino, que vienen de una vaga bruma y que van hacia una bruma vaga, más sabios o, lo que es lo mismo, menos tontos?
Es decir, ¿para qué la lucidez? ¿Por qué su anhelo? ¿De qué te sirve verte gritando junto al grito cotidiano?...
...Uhmmm, de nada, o sí, para escribir una entrada en el blog, no sin cierto dolor.