miércoles, 22 de abril de 2009

funambulogía

Cada una de las frases que escribimos son rutas que nos encaran al precipicio. Son las partes de un puente que alzamos sobre el abismo, el mismo puente, que parte de aquí y desconoce el allí al que se dirige. Yo creo que no hay un allí, y por eso nunca he creído a aquellos que tienen sus obras completas bien estructuradas en la cabeza, su legado, antes de escribirlo.
Escribir es sostenerse uno a sí mismo sobre el abismo que la curiosidad o la duda ha abierto en su cabeza, trazando la ruta que ha de llevarlo a su propio Universo, que es el de todos.
Somos escritores porque escribimos; no escribimos porque somos escritores.

sábado, 18 de abril de 2009

symbolein

Las historias que encontramos en la nada los que escribimos, bien pudieran ser oráculos descifrables una vez cumplidos sus vaticinios: Symbolein.
Los sentidos de nuestras frases, una de las partes del Símbolo; la otra permanece y permanecerá escondida en el interior de las cosas.
Los oráculos, en realidad, son indescifrables, y por eso pueden ser oráculos o no serlo. Tanto da. Yo juego a que lo son, y por eso cuando escribo anhelo dar con la inalcanzable clave, con la última de las preguntas. Es otra manera -igual de inútil- de conocerse uno a sí mismo.