miércoles, 23 de diciembre de 2015

autoflagelación de los andares trillados

El problema de las ideas, o mejor, de nuestra relación con las ideas es que nos encontramos ante ellas condicionados por lo que tantos, antes que nosotros, dijeron sobre ellas.
Las ideas de "derecha" o "izquierda", por ejemplo, ahora que ha habido elecciones, o la de "bipartidismo" o, en general, la idea de "política", o la de "amor", "mentira", "sociedad", etc...
¿Qué sé yo de estas cosas, más allá de lo que me han dicho sobre ellas?
¿Acaso cogí de aquí y de allá y dediqué un tiempo a fundamentar un decir propio, o todas y cada una de mis argumentaciones son plagios más o menos disimulados de decires ajenos?
La respuesta es clara: los fundamentos de mi decir son un fraude, arcilla importada a toda prisa y yo, por tanto, una variante sofisticada de un multiforme eco, un repetidor refinado.