sábado, 14 de septiembre de 2013

un adéu sin condimentos adicionales

Podemos reflexionar sobre las razones que nos han traído hasta aquí, qué causas se esconden en el inconsciente colectivo que expliquen la muestra de fervor popular que se produjo en las calles de este pequeño país que se llama Catalunya durante la celebración de su Diada, esa muestra de desafección, ese adéu mayúsculo y unánime que se gritó desde sus plazas. Pero eso lo harán los historiadores, y si alguno de ellos es, además, escritor, buscará cuál fue el punto cero, el lugar exacto de inicio de esa desafección, cuándo se abrió el primer punto de la grieta o si, en realidad, no hay fractura porque nunca hubo unión.
La cuestión no es cómo hemos llegado hasta aquí, sino cómo vamos a salir de aquí y si va a haber voluntad de hacerlo y de hacerlo buenamente, como personas civilizadas. Pero no somos personas civilizadas, y si estábamos en camino, la sacralización de viejas ideas y la demonización de nuevos modelos lo ha cerrado con barricadas.
Así que, llegados a  este punto, estarán de acuerdo conmigo en que vienen tiempos apasionantes. Abran los ojos, respiren profundamente... vívanlos.

viernes, 6 de septiembre de 2013

tautología de la dicotomía

Es difícil volver cuando uno, en realidad, no se ha ido. Estar de vacaciones, en realidad, no es estar de vacaciones. Puede que cambien las circunstancias que te envuelven y hasta el paisaje y la gente y los ruidos, los olores, las ropas que vistes, y puede que hasta hayas recuperado sonrisas que creías olvidadas. Ni siquiera esas lecturas que has abordado con más detenimiento o esas páginas que has escrito con la libertad de noches que no se acaban... Eh, es cierto, las noches y las palabras se han hermanado por unos días oscureciendo todo rastro de amanecer anunciado por las ventanas y eso, joder, eso es realmente maravilloso. O sea, estar de vacaciones, en realidad, es... no tener reloj al que mirar y por eso es difícil volver, claro, porque, en realidad, sí que te has ido, y muy lejos, tan lejos como puede irse una frase que has estado a punto de sacar y que se ha escondido allá donde se esconden todas las cosas que desaparecen ya para siempre.