domingo, 24 de febrero de 2013

un grito de aliento contra la desidia

En las fronteras de la desidia, casi sin aliento para seguir escribiendo la crónica continuada y esporádica de un tal Jordi Lobo, escritor que nació elogiando los discursos del fracaso y la derrota.
El ingenuo creyó que esa era la manera de convertirlos en casi victorias, gozosas para la estirpe de los que alguna vez creyeron oír un sinfín de verdades y alguna que otra mentira. ¿Lo son? ¿No? ¿De ahí la desidia? Qué más da, la batalla sigue, debe seguir, porque quiero, y sea esto un grito de ánimo: ánimo, creador, la nada te teme, y sólo la nada te teme en el desierto de silencio que te rodea.

miércoles, 13 de febrero de 2013

envidia de frase ajena con resignación y punto final

Leí hace poco que la mentira tiene, al menos, una utilidad: definir los confines de la verdad. ¿No les parece potente? ¿No? A mí me suele pasar, no muy a menudo, pero de vez en cuando sucede que leo algo que me cautiva. Suelen ser frases que no se acaban y que al darle vueltas sólo aumentan mi desconcierto.
¿Qué significa que la mentira define los confines de la verdad? No sé, el dibujo de una frontera, quizás, el muro que separa un contrario, el tic tac como dicotomía.
Me cautiva esa frase, qué le voy a hacer, una frase abierta, que no se cierra, que se resiste a cerrarse. Me hubiera gustado escribirla, pero yo nunca, ya no, podré escribir esa frase.