miércoles, 30 de enero de 2013

principio de fantasía y cobardía, sin la excusa de mi manada

¿No es escribir sobre el fracaso literario, como yo hago -elogiarlo, admirarlo, patentarlo- una manera de soslayar el gran fracaso de una vida asquerosamente conservadora y sumisa ofreciendo el lomo a caricias interesadas, inclinando el dorso ante todo aquel que goza de más trozo en el pastel de las migajas?
¿Dónde se esconde el "NO" que grito obligado a la industria editorial, dónde se esconde cuando despacho mi servidumbre cotidiana?
¿El Jordi  íntegro que aparece intermitentemente en este blog, con la ingenuidad de creerse  compañero inseparable de los que escucharon a Zaratustra, dónde está cuando agacha la cabeza ante esos pobres amos con tan pobres cortijos?

sábado, 19 de enero de 2013

Voluntad, ¡grita!, aunque Kipling se ofenda

Crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis, crisis...
Hace años que no suena otra cosa, en el ágora, en el ascensor, en la taberna, en la oficina, en el andamio, en   las páginas de los nuevos sabios y de los necios de siempre, en la radio... Sólo lamentos, y quejas, y súplicas, y demandas, y lloros, y cubriéndolo todo cobardía, y resignación, y tristeza, y cansancio.
En mi caso, también, crisis de escritura. ¿Cómo no, si eres el primero de los apologetas del desastre?
"Si puedes escribir, cuando no hay nada en ti, ni nada fuera de ti, excepto la voluntad con la que te gritas "escribe"... You're a writer, my friend".