miércoles, 22 de junio de 2011

principhia literatura

Al principio son pequeños gestos los que te apartan de la algarabía que te circunda. Alguna que otra frase que te  suena a un idioma que conociste pero que estás olvidando, algún que otro susurro oído como un grito. Al principio es la incipiente mutación a cucaracha, o escarabajo, o garrapata, o lo que fuera el bicho que nació de Kafka. Al principio es acumular predicados sobre un sujeto que deja de comprenderlos y comenzar a extrañarse, a extrañar, a ser un extraño.
Luego uno se pone a escribir, porque sí.

jueves, 2 de junio de 2011

indignado y paciente: game open

Las primeras embestidas llegaron por el asco y la estética. La cegada bestia fue atraída hacia allí porque aquel lugar olía diferente y también olía a diferencia. Alguno de sus múltiples asesores señalarían aquel lugar como rebosante de caza. Alguien tuvo que argumentar la necesidad de la limpieza, alguien estudiaría la mejor táctica, alguien elaboraría un plan, alguien tomaría la decisión. Todos se equivocaron.
La bestia actuó como si allí hubiera un enemigo y perdió. Pero volverá, y quizás esta vez no se equivoque, aunque es difícil no equivocarse si te mueve el clasismo y la prepotencia, la ignorancia y la prisa.
Lo que la bestia desconoce es la potencia transformadora del anonimato, si la voluntad impulsa, y las victorias que garantiza la paciencia, si se parte ya de la derrota.