viernes, 8 de mayo de 2009

principio de certidumbre

Acaso sea la ausencia o la desesperanza o, quizá, la noche. Acaso inconscientes deseos de fastos u oropeles, flashes y portadas. Vanidad. Soberbia. Acaso necesidad o libertad o, quizá, trascendencia. Acaso sea la presencia delirante del descaro y la risa. Sea lo que sea, nosotros, los que escribimos, siempre acabamos acercándonos al teclado a picar letras, una tras otra.
Construimos ríos de palabras para llenar los mares del propio fracaso.
Se trata, eso sí, de ir fracasando, cada vez, un poco mejor. Como Beckett.

2 comentarios:

drfloyd dijo...

Kafka era un grandioso fracasado, pero el maestro sigue siendo Baudelaire.

Anónimo dijo...

This is my first time visit at here and i am truly pleassant
to read everthing at alone place.

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