viernes, 19 de noviembre de 2010

ley sin orden

Escribir, como escribo yo, es tardar diez años en recorrer una distancia que se encontraba a la vuelta de la esquina. Mis relatos cortos han tomado tantos vericuetos involuntarios que han acabado siendo relatos muy largos o, lo que es lo mismo, novelas.
Así que soy, entre otras cosas, un escritor de relatos cortos descontrolado, novelista por incapacidad de mesura narrativa. Pero son tantas las cosas que se vienen al hilo de lo que uno va escribiendo que sólo una censura policial podría ponerle freno. Y siempre he pensado que la creación se lleva mal con la censura, mucho más si es policial, y he renunciado a ellas por principio... de escritor.

1 comentario:

José L. Solé dijo...

Censura, palabra enfasta donde las haya, cuando se trata de trasmitir. No me parece mal que pierdas el control de los escritos, sean relatos cortos o novelas, pero espero que siempre conserves el hilo de conexión con lo libertario de tu creación. Ese hilo que Ariadna regaló a Teseo y que le sirvió para escapar del laberinto de des-control.-

Saludos de ley.-