martes, 27 de agosto de 2019

el final de la política en la sobada conllevancia

Diálogo es la palabra que el s. XXI, aquí en Catalunya, ha incorporado en el anhelo ciudadano. Dos logos trascendentes se retan para imponer su verdad absoluta, o al menos uno reta al otro en una lucha asimétrica por ostentar la supremacía. El logos más débil, el que no tiene fusil, insiste e insiste, pero el fuerte lo zanja con la conllevancia, que es una amenaza y también una orden y una sentencia que impide al débil dejarse de conllevar. “Vuestro problema, señores catalanes, no tiene solución y sólo puede conllevarse”. Es lo que hay, dijo Ortega, y por mucho tiempo que pase, es lo que seguirá habiendo. No hay solución. No hay política.

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