martes, 8 de diciembre de 2020

extrema memez y ultra estupidez

 Nunca se fueron, pero la desvergüenza hace que parezca que hayan vuelto, con la misma cerrazón y rabia de siempre, con la misma soberbia y sordera de siempre, mostrándose amos de una verdad, una pura y descontaminada verdad, que requiere su imposición a garrotazos, Y si ahora abrazan como nunca la norma del 78, y la muestran en sus estandartes y la vociferan y la ensalzan y la defienden hasta la última gota de eso que tanto adoran y que llaman sangre es, sencillamente, porque ellos la hicieron y ellos la impusieron, porque es la suya y no quieren otra que sea de todos, también, por cierto, de ellos. No hay luz, no hay túnel. Es un callejón. Y no hay salida.  

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