sábado, 9 de julio de 2022

el productivo sueño de una razón sin monstruos

 Hace tiempo que cayeron. Se vinieron abajo los cimientos con los que esto se fundamentaba, pero también hace tiempo que se vio que la emancipación colectiva, si expontánea, algarabía y poco más, si dirigida, cámaras de gas y de frío y de calor tropical. Uno, sin embargo, sigue viviendo y quiere ser libre. Pero ya no hay una "libertad" allá, al fondo, hacia la cual dirigirse. La "libertad" resultó ser falsa, pero muy real el querer. Sólo queda que pensar y luego hacer. Pensar qué es eso que quiero cuando me digo "quiero ser libre", aplicar el principio de realidad  -no ser un primo, ni un ingenuo, ni un fantoche- y serlo. Se puede. Se puede ser libre aquí, en esta prisión tan adictiva y cargado de cadenas, sin tener que renunciar.     

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