lunes, 18 de junio de 2007

así se habla el lobo

Sólo encontrar en tus adentros la mezquindad, por ejemplo, hace posible su conocimiento y, por consiguiente, el reconocimiento en el otro. También es la única manera de combatirla. Pero, ¿por qué combatirla? Si Dios murió, como dicen, ¿qué instancia obliga a eliminarla y, sobretodo, por qué? ¿la sociedad? Buaggg, menuda golfa...
Nada, ni nadie más allá de mí mismo lo decide, porque la mezquindad, bien lo sé, es asquerosa.

1 comentario:

Mr.Fozzil dijo...

Libre albedrío... A menudo es mejor no mirar más allá del propio onmbligo y asumir lo que uno es y punto. Analizar las expectativas de los demás es sólo sentir culpa y frustración.