viernes, 29 de febrero de 2008

el oro del becerro

Una cosa -al menos- me parece clara: la incertidumbre se apacigua cuando uno escribe, porque escribir es, siempre, luchar contra la certidumbre, y la incertidumbre se apacigua cuando vence. Hay otras literaturas, pero a mí sólo me gusta la que el escritor hace con la noble tarea de demostrarse que aquello que creía... era falso, una impostura más.
Este tipo de escritor, por muy inofensivo que sea, siempre ha sido un tipo peligroso para los sutiles guardianes del becerro de oro.
Yo aspiro a eso, sí, a escupir sobre ese becerro, aunque puede que en realidad jamás pueda uno liberarse de ser su adorador.

1 comentario:

drfloyd dijo...

Lei "La velocidad de las cosas" de Fresan y me parecio que ni el becerro, ni nada; solo guardaba el oro.