miércoles, 8 de octubre de 2008

obvio

Aturdido, así me deja la lisonja que viene sin rostro. O quizá no sea aturdimiento, sino lamento de alguien que viene de lejos, cansado. ¿Pero no es todo esto parte del juego? ¿Qué juego? ¿Quién ha dicho que escribir era un juego? Para mí no es un juego, mucho menos una vocación, ni una necesidad, ¿una necesidad?...
Los nuevos mendicantes se han impuesto, pero siempre quedará un reino para aquellos que rompieron con lo obvio, innecesariamente.

("Soc algú que ve de lluny, cansat", Joan Vinyoli)

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