Bajo las olas de lo obvio se encuentra la historia que quiere ser narrada. Otros prefieren no hincar ahí su lanza y escriben cosas que se saben o que ya se han dicho. No soportan el fracaso y prefieren abarrotar estantes en las librerías, cooperando con ello a la muerte de la novela. Y proliferan magos, detectives y vampiros. Y antes, y siempre, recreaciones de la Historia, una y otra vez.
Pero yo prefiero seguir ahondando por mis adentros, a narrar lo que por ahí se esconde. Por eso, sólo cuando he escrito sé qué quería decir -qué quería decirme- y por eso, también, no hay lector en el que piense cuando lo hago. Rectifico. Sí, hay un lector en el que pienso, soy yo.
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2 comentarios:
el otro dia encontré un borrador en el que escribi algo sobre el tema. No sé si por efectos de lo que fumaba o qué, lo encontré recuperable. A ver si le hecho mano uno de estos dias; para no abarrotar los estantes de las librerias.
Si algún día algún alguien promueve una biblioteca biológica, es porque descubrieron la interfase con el común denominador universal... Creo, pienso y siento lo que escribo, no sé si alguien me leyó antes de escribir lo que llevé a letras.
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