jueves, 11 de junio de 2009
el timón de Fingida
En Fingida se ha puesto de moda lo correcto, la moral de la servidumbre a un poder que lo quiere todo aséptico. Los fingideses, agradecidos, andamos alucinando con la abundancia de espectáculos que se nos brinda. Y callamos, no por deserción o huida, sino por la admiración que el simulacro nos causa. Ni siquiera nos queda ya la excusa de la ignorancia; también nosotros accedimos a la cultura. La derrota fue no ver que esa cultura que pusieron a nuestro alcance era cultura dirigida y directora.
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1 comentario:
y lo que deCIA la cultura era el cuerpo de la ley y lo que hacemos hoy es la sangre de nos filios.
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