No, los que escribimos no lo hacemos para lucirnos, para boquiabrir las jetas del prójimo; no somos pirotécnicos y no aspiramos a ofrecer emocionantes fuegos de artificio.
La historia que escribimos nos es igual de desconocida que al resto; aspiramos a que nos cuente cosas de nosotros mismos que de otra forma permanecerían siempre ocultas.
Pero no es un psicoanálisis sino algo mucho más serio y divertido que nos cuenta una verdad, un desengaño.
jueves, 23 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
de vacaciones en mi pais, en mi desengaño..
Creo que comenzaré a leerte a diario para encontrar paz en mis reflexiones peturbadoras que apuntan de alguna forma a las tuyas. Eso si; Tengo mala memoria
Somos cínicos con buenas intenciones.
Saludos
Publicar un comentario