jueves, 22 de octubre de 2009

éxito

Que no vengan a decirnos que escribir es padecer, la respuesta a una llamada interior y necesaria que obliga a una especie de parto doloroso. Que no vengan con el horror vacui de la página en blanco, con el esfuerzo y el sacrificio necesarios para garabatearla. Que no vengan con milongas ni nos hablen de vocación. Todo eso forma parte de los balbuceos que exige el espectáculo, los añadidos que exige el negocio. Escritores con caras de autosuficiencia exponiendo la altura de su pensamiento y el tremendo esfuerzo que realizan para alumbrarlo. Mercado, venta, éxito... ¿Éxito? El éxito es sobrepasar la cima de tus limitaciones, ir más allá de los contornos que marcó tu naturaleza, saltar por encima de tus necesidades, enfrentarte a cada una de tus miserias. En mi caso, el éxito es escribir y, además, hacerlo cuando a nadie le interesa que lo haga.

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