viernes, 30 de abril de 2010

principio de indentidad

De pronto me descubro con la historia que aparqué (que se aparcó). Puede que ya esté escrita, aunque le falten todavía un centenar de páginas. La "voluntad de creación", esta vez, ha finalizado antes de hora y por eso los personajes se me pusieron en huelga. Ahora es el momento del oficio, del trabajo, de la consistencia, que eso que está escrito se sostenga.
Ahí me he descubierto hace unos días, preguntándome: ¿Cuál es la historia? ¿Cómo está narrándose? ¿Cómo debo contarla? Las "tres preguntas esenciales", las he llamado, y ahora encabezan el archivo que guarda "El Club de los Sicarios" (¿se llamará así?). Es justo el momento.
Sí, formo parte de la muta de escritores que no se preocupan de eso previamente. Y esto no es un juicio de valor: escribir cuesta, te preocupes de eso antes o después, y todos amamos las palabras cuando se ponen a retozar. Por ello, salud para todos esos que ahora, antes y después, se agarran un papel en blanco y un lapiz y se ponen a escribir. Nuestro, y de todos, es el reino de los cielos.

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