martes, 7 de septiembre de 2010

nuevo elogio de la duda

No se trata de zanjar la duda y la incertidumbre que la acompaña, de ponerle un punto final. No se trata de convertirnos en prestidigitadores como Descartes y sacarnos a un Dios de la chistera.
Somos animales que pensamos y, por lo mismo, la duda y la incertidumbre es nuestro estado natural.
Hay que vivir con ello, es decir, que esos atributos que nos conforman no nos impidan actuar: no una duda paralizante, sino una duda incitadora a la acción, que siempre estará expuesta al error.
¿Y? Pues nada, que si fuera de otra forma vivir sería un previsible tránsito de la nada a la nada rebosante de aburrimiento.

2 comentarios:

José L. Solé dijo...

Puede que nuestras dudas existenciales sean siempre razonables. Una negación es un paso atrás en lo desconocido, por lo tanto y aunque perdamos la cordura en la decisión, ante la duda… siempre una evolutiva afirmación.-

festeig dijo...

Ante la duda siempre Búsqueda. Le siguen el saber del conocimeinto y la razón.