viernes, 6 de mayo de 2011

viaje al fondo de la paz

Después del asesinato del asesino, el puñal que busca sangre sigue su curso por este occidente viejo y desnortado. Conocemos tan bien su gusto que enloquecemos cual jauría desbocada cuando esta se presenta. Sí, hemos inundado nuestras ciudades con gritos de "no a la guerra", pero nunca supimos que sólo los dioses consiguen materializar su verbo -uno dijo: "Hágase la luz", y la luz se hizo-. Nosotros gritamos y gritamos "no a la guerra", pero las guerras no dejan de sucederse, una tras otra. Guerras de primera generación, de segunda, ahora vamos, creo, por las de cuarta generación, que son esas en las que no vemos al enemigo; las que se declaran sin necesidad de que éste exista. Porque, en realidad, el enemigo está aquí, y se llama ignorancia, miedo, ansia, odio, rabia, envidia... y es para exorcizar nuestras taras que alguien manda combatir contra alguien y alguien muere. Esa sangre es la que pretende redimirnos y hacer justicia, pero, seamos honestos, esa sangre nos convierte en asesinos.

1 comentario:

José L. Solé dijo...

Ha conseguido usted identificar y describir muy bien al enemigo, Sr.Lobo, ese que una vez "conquistada" la paz pretende ahora clavar su puñal en la mente de occidente.

Cuando lo vea llegar, dispare sin miedo, y llámelo DEFENSA PROPIA.

Saludos.-