miércoles, 14 de marzo de 2007

Fuga

A este lado del mundo se gritan vocablos incomprensibles, como siempre. Balbuceamos en voz alta porque, qué coño, la verdad es nuestra, y, efectivamente, el poseedor de ésta está en el deber de mostrarla, aunque sea a gritos.
Al escritor, sin embargo, se la suda la verdad e intenta acompañarse de aquellos que, como él, han escogido de patria a Fuga. Por eso el escritor está en deuda con Miguel Morey, porque le facilitó un pasaporte.

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