jueves, 24 de septiembre de 2009

mitofísica

Nací y vivo en Barcelona, pero espero morir en una choza levantada con mis manos más allá de la última frontera, escuchando a Leonard Cohen -everybody knows, por ejemplo- y leyendo un diálogo de Platón -el Fedón por ejemplo- o una novela -cualquiera de Kundera-, con el recuerdo imborrable de la manada a la que cobijé y, sobre todo, preguntándome por qué escribí siempre -igual que comí, bebí y dormí- con la grandeza de saber que podría no haber escrito y no habría muerto.
Ahora bien, uno suele morirse cuando menos se lo espera, en un hospital ruidoso, en la calle o, mucho peor, cuando duerme y nada anunciaba que no despertaría. En todo caso, la realidad -a la que respeto y acepto- no puede borrar imágenes como las precedentes.

1 comentario:

drfloyd dijo...

y morir bajo un suicidio?