miércoles, 18 de noviembre de 2009

antropología poliédrica

No hay más técnica narrativa que exponerse, que indagarse, que salir. La novela no es un lugar de técnicos. Sí, si se quiere aparecer en las librerías. Hay miles de trucos, de efectos, de máscaras para conseguir engatusar al lector, que casi no haga esfuerzos. ¿Pero quién, a estas alturas, piensa en "el lector"? No yo, por supuesto. Bastante tengo con conseguir que mi voz se explique como para pensar en que sea digerida con facilidad por ese compañero desconocido. Faulkner no pensó en mí cuando escribía. Ni Handke. Es cierto que otros sí lo hicieron y me facilitaron el camino, y se lo agradezco. Y ahí están, ya se pueden regalar. Pero esos otros, esos siguen ahí, exigiendo un nuevo trayecto, porque si uno se indaga y sale, sale el Hombre o la Mujer, al completo, y cada nueva lectura te acerca más al misterio y lo hace más impenetrable.

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